Kosovo vive en estos primeros días de 2007 los momentos más importantes de su historia y nuestro documental, con una serie de entrevistas entrelazadas -políticos y ciudadanos- recogerá esta incertidumbre. En las próximas semanas, en los próximos meses, posiblemente en el primer semestre del año...va a quedar configurado el status final de la región. Atrás quedan meses de negociaciones en Viena. Las posturas están muy encontradas, pero hay dos acontecimientos en enero que pueden ser definitivos para la solución final de la ecuación kosovar.
Tras la aprobación en diciembre de 2006 de la nueva Constitución de Serbia, el próximo 21 de enero se celebran elecciones generales en el país balcánico. Todos los partidos defienden una única solución para Kosovo que no es otra que la conservación de la soberanía sobre el territorio. Pero no cabe ninguna duda que una victoria moderada en Serbia podría facilitar una salida menos traumática a una negociación muy bloqueada.
Los serbios mantienen que en Kosovo se encuentra el origen del primer Estado de Serbia, como consecuencia de la creación en el siglo XIII de la Iglesia Ortodoxa Serbia. Es en Kosovo pues, en el valle de Rugova, donde se encuentra el corazón religioso y cultural de los serbios. El patriarcado de Pec es en la actualidad un reducto serbio protegido por las fuerzas italianas de la OTAN en medio de una zona de mayoría albanokosovar. Mayoría que es extensible al 85 % del territorio de Kosovo.
Kosovo es en cifras, en la actualidad, un 92% de población albanesa que vive sobre un 85 % del territorio . Por otro lado, y obviando otras minorías con poco peso poblacional y político, el 5 % de serbios asentados sobre el 15 % del territorio, que por otro lado es el área de mayor riqueza mineral, no sólo de Kosovo, sino también de Serbia, como proclamaba recientemente el primer ministro de Serbia, Vojislav Kostunica en un viaje de año nuevo a Mitrovica, capital de la región serbia de Kosovo y símbolo de la división interétnica.
Por ahí va la propuesta albanokosovar, que pretende una doble descentralización. De un lado lograr la independencia de Serbia. Ahí encontramos una primera escisión sobre la realidad previa a la guerra de 1999. Por otro lado ofrecen a los serbokosovares autonomía en las regiones de mayoría serbia y en los centros religiosos. Pero siempre dentro de un Estado independiente y con Gobierno central en Pristina. ¿Semilla de futuras tensiones? no hay que olvidar que hablamos de autonomía serbokosovar en la región "rica" de Kosovo. En cualquier caso los albanokosovares lo tienen claro. "No hay marcha atrás".
Los serbokosovares lo ven mal, hasta el punto de asegurar que su futuro se encuentra muy lejos de Kosovo de consumarse la independencia. El conflicto está muy reciente, no han pasado 7 años desde el fin de las hostilidades. No confían en ir a comprar a mercados albaneses, ¿Cómo van a confiar en que administren la cosa pública?
Y en medio de este percal, Marti Ahtisaari, enviado especial de las Naciones Unidas para Kosovo, entrega el día 25 de enero en Nueva York sus recomendaciones sobre el futuro de la región. Esa es la fecha en principio, aunque no se puede descartar un nuevo traslado, que no haría sino desesperar más a los albaneses - que por cierto, tienen ya un proyecto de bandera que emularía las barras y las estrellas de la norteamericana, pero sustituyendo la zona de estrellas por el águila albanesa- . En definitiva, el futuro de Kosovo, en el aire.
Guillem
Tras la aprobación en diciembre de 2006 de la nueva Constitución de Serbia, el próximo 21 de enero se celebran elecciones generales en el país balcánico. Todos los partidos defienden una única solución para Kosovo que no es otra que la conservación de la soberanía sobre el territorio. Pero no cabe ninguna duda que una victoria moderada en Serbia podría facilitar una salida menos traumática a una negociación muy bloqueada.
Los serbios mantienen que en Kosovo se encuentra el origen del primer Estado de Serbia, como consecuencia de la creación en el siglo XIII de la Iglesia Ortodoxa Serbia. Es en Kosovo pues, en el valle de Rugova, donde se encuentra el corazón religioso y cultural de los serbios. El patriarcado de Pec es en la actualidad un reducto serbio protegido por las fuerzas italianas de la OTAN en medio de una zona de mayoría albanokosovar. Mayoría que es extensible al 85 % del territorio de Kosovo.
Kosovo es en cifras, en la actualidad, un 92% de población albanesa que vive sobre un 85 % del territorio . Por otro lado, y obviando otras minorías con poco peso poblacional y político, el 5 % de serbios asentados sobre el 15 % del territorio, que por otro lado es el área de mayor riqueza mineral, no sólo de Kosovo, sino también de Serbia, como proclamaba recientemente el primer ministro de Serbia, Vojislav Kostunica en un viaje de año nuevo a Mitrovica, capital de la región serbia de Kosovo y símbolo de la división interétnica.
Por ahí va la propuesta albanokosovar, que pretende una doble descentralización. De un lado lograr la independencia de Serbia. Ahí encontramos una primera escisión sobre la realidad previa a la guerra de 1999. Por otro lado ofrecen a los serbokosovares autonomía en las regiones de mayoría serbia y en los centros religiosos. Pero siempre dentro de un Estado independiente y con Gobierno central en Pristina. ¿Semilla de futuras tensiones? no hay que olvidar que hablamos de autonomía serbokosovar en la región "rica" de Kosovo. En cualquier caso los albanokosovares lo tienen claro. "No hay marcha atrás".
Los serbokosovares lo ven mal, hasta el punto de asegurar que su futuro se encuentra muy lejos de Kosovo de consumarse la independencia. El conflicto está muy reciente, no han pasado 7 años desde el fin de las hostilidades. No confían en ir a comprar a mercados albaneses, ¿Cómo van a confiar en que administren la cosa pública?
Y en medio de este percal, Marti Ahtisaari, enviado especial de las Naciones Unidas para Kosovo, entrega el día 25 de enero en Nueva York sus recomendaciones sobre el futuro de la región. Esa es la fecha en principio, aunque no se puede descartar un nuevo traslado, que no haría sino desesperar más a los albaneses - que por cierto, tienen ya un proyecto de bandera que emularía las barras y las estrellas de la norteamericana, pero sustituyendo la zona de estrellas por el águila albanesa- . En definitiva, el futuro de Kosovo, en el aire.
Guillem
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