Vladimir Putin apoya incondicionalmente a los serbios pero detrás de esta protección hay muchas más cosas. Rusia quiere volver a ocupar un lugar destacado en la comunidad internacional y por supuesto tratar de tú a tú a Estados Unidos. Serbia pertenece a la órbita de influencia rusa aunque durante el régimen comunista ruso el Mariscal Tito decidió desmarcarse de las actuaciones rusas. Ahora Rusia no puede permitir que Estados Unidos decida sobre sus países aliados. Y sabe que está dispuesto a hacerlo, así lo demuestran las palabras de Condoleezza Rice, secretaria de estado de Estados Unidos:
"Es muy importante reconocer que Kosovo jamás volverá a ser parte de Serbia. Eso es imposible"
Los países europeos quieren que durante este mes se llegué a un acuerdo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Naciones Unidas. Parece que Europa no puede mantener tantas tropas fuera de casa y cada vez hay más frentes abiertos como Afganistán o Irak. Pero el juego está realmente en el pulso entre Estados Unidos y Rusia.

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