jueves, 5 de julio de 2007

EL CAMINO DEL MEDIO

Los ánimos en Kosovo están empezando a caldearse. La población, dos millones de personas, cada vez están más cansadas de la normalidad irreal que se vive en la región. Los albanokosovares, el 90 % de los habitantes de Kosovo, se han puesto en pie y quieren que se les reconozca su identidad nacional. Son un pueblo, un Estado, una nación con el sueño de crer una gran Albania con el país cercano. Miran adelante porque saben que el futuro es suyo y sus líderes lo tienen claro:

"Buscaremos vías alternativas para conseguir la independencia de Kosovo si se retrasa demasiado el proceso de solución del Estatuto en el Consejo de Seguridad de la ONU"


Sin decirlo piensan en la proclamación unilateral de la independencia de Kosovo. Su padrino, Estados Unidos, podría apoyarles. Esta bien, una decisión rápida y que pondría fin a la incertidumbre en el país. Ya no tendría razón de ser, ni importancia un posible veto de Rusia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.


Sólo una reflexión ante esta lúcida y espléndida decisión del camino del medio, de la independencia unilateral. ¿Qué pasará con el resto 10 % de la población de Kosovo? Las minorías más minorías: bosniacos, askhalis, romas, egipcios y turcos más o menos se adaptarán a la nueva situación. Son supervivientes, algunos de ellos son los marginados. Quizá me equivoque con los bosniacos.


Ellos son un 5 %. La situación de los serbios es muy diferente. Las maletas ya las tienen debajo de la cama preparadas para cruzar la frontera y refugiarse en Serbia con los serbokosovares que aún no han vuelto a sus casas. No lo digo yo. En el documental "Kosovo, la última cicatriz de los Balcanes" la propia representante del gobierno kosovar, Ulpiana Lama, reconoce que muchos ya han emprendido el viaje hacia Serbia.


La solución: ¿un gobierno multiétnico? ¿es posible superar el odio creado por siglos de enfrentamiento? ¿cómo será el nuevo estado, país, región, protectorado... o cómo lo quieran llamar? ¿y los que se fueron? ¿y los que nunca salieron porque están enterrados en las cunetas?


Con tantos interrogantes quizá sería mejor revisar el Plan Athissari. No debe cederse ni a unos ni a otros. ¿Y cómo se hace eso?. Dejándo las cosas claras y el Gobierno serbio es el primero que no lo hace. Kosovo nunca podrá integrarse en Serbia con las mismas condiciones que en 1878. 1999 se marcó a fuego. Desde entonces nada será igual.

SILVIA

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